Los aminoácido esenciales pueden definirse como los ladrillos necesarios para formar las proteínas.
En contra de lo que se pueda pensar, no sólo son necesarios para la formación de la masa muscular y el volumen muscular, sino también para otras estructuras orgánicas vitales como los anticuerpos del sistema inmune, el material genético, la función de las hormonas, y como precursores de las enzimas y los neurotransmisores.
La estructura de los aminoácidos muestra al menos un grupo amino radical con nitrógeno e hidrógeno (-NH2) y otro carboxilo con carbono, oxigeno e hidrógeno (-COOH) llamado grupo ácido orgánico.
Estos grupos se unen a una cadena lateral compuesta principalmente por átomos de carbono, cuya estructura es particular para cada aminoácido y permite diferenciarlos entre sí (Di Pasquale 1997, Lehninger et al. 1993).
Los aminoácidos esenciales no pueden ser producidos por el cuerpo. Esto implica que únicamente pueden obtenerse a través de la dieta, por lo que su importancia es vital, ya que en ausencia de una dieta equilibrada podemos sufrir carencias.
Existen más de vente aminoácidos diferentes, de los cuales ocho son esenciales, que pueden combinarse en cualquier orden y repetirse de distintas formas para formar las proteínas, con una gran cantidad de combinaciones posibles de proteínas resultantes.
Además, según la configuración que posea una secuencia de aminoácidos, sus propiedades proteicas serán diferentes en cada caso (Lehninger et al. 1993), y su consumo en medida suficiente resulta necesario para la salud, sin embargo, los entusiastas del gimnasio necesitan un aporte mayor no sólo para lograr, sino también para mantener su hipertrofia muscular.
Se hace mención especial a la leucina, la valina, la isoleucina, la arginina y la glutamina, dado que los músculos de los usuarios del gimnasio requieren más actividad para crecer. Sin una suplementación apropiada de aminoácidos esenciales, hormonas y descanso, tampoco se podrían reparar nunca las fibras del músculo dañadas durante el entrenamiento.
Aminoácidos esenciales para los entusiastas del gimnasio
La síntesis de las proteínas musculares inducidas por amino-acidemia es siempre episódica. En la post-absorción, los niveles de aminoácidos esenciales caen si no se ha ingerido más proteína, y el mantenimiento de estos niveles plasmáticos de aminoácidos esenciales recae sobre la descomposición de las proteínas en los músculos esqueléticos, como principal reservorio de proteínas en el organismo.
Esto se debe a que la degradación de las proteínas musculares siempre excede a la síntesis de estas proteínas en la post-absorción, debido a su catabolismo y a las condiciones catabólicas determinadas por carencias de aminoácidos esenciales. Por ello, es importante darle la relevancia que merecen algunos factores como la cantidad y la calidad de las proteínas, la distribución de su ingesta durante el día, y el entrenamiento en relación con el equilibrio entre la degradación y la síntesis proteíca.
Otra cuestión a tener en cuenta, es si la activación de la vía anabólica y el aumento de la síntesis de las proteínas musculares van por separado. Sobre esto se debe aclarar que el aumento del nivel de insulina es un activador potente de la señalización anabólica, pero no se asocia con una síntesis mejorada de las proteínas musculares cuando existe una carencia o ausencia de aminoácidos esenciales.
Más al contrario, la ingesta de pequeñas cantidades de aminoácidos esenciales, en torno a los 3 gr., ya estimula la síntesis de la señalización anabólica, lo que demuestra que la síntesis de las proteínas musculares está condicionada por esta disponibilidad metabólica.
La lisina
La lisina es un aminoácido que mantiene el buen estado los tejidos conectivos y es esencial para la formación del colágeno. Forma parte del tejido muscular, y se encuentra en en el músculo esquelético.
Es un aminoácido imprescindible para producir hormonas, enzimas y anticuerpos. Además sintetiza la carnitina con la ayuda de otro aminoácido, específicamente la metionina. Es necesario para la cicatrización de la piel y previene la fragilidad ósea, ya que regula la absorción y distribución del calcio.
La metionina
La metionina tiene un alto contenido en azufre por lo que mantiene en buen estado las uñas, la piel y el cabello. Resulta imprescindible para la síntesis de la cisteína, la taurina y la carnitina, siendo esencial para la formación de las proteínas y previendo tanto la fragilidad muscular como la ósea. También actúa como antioxidante y minimiza la absorción de las grasas.
La fenilalanina
La fenilalanina tiene la habilidad única de bloquear algunas enzimas, como las encefalinasas del sistema nervioso central, que se encargan de degradar unas hormonas endógenas similares a la morfina.
También actúa como aminoácido precursor de la tirosina, por tanto, de una forma indirecta produce neuro-hormonas como la noradrenalina, dopamina o epinefrina, interviniendo en los procesos del aprendizaje y la memoria.
Conjuntamente con la tirosina, produce una hormona denominada tiroxina, que es imprescindible para el equilibrio de la glándula tiroides. Junto con el triptófano permite establecer un control del apetito. Al mismo tiempo, disminuye la sensación de dolor.
La treonina
La treonina junto con la metionina y el ácido aspártico actúan metabolizando las grasas que se han depositado en los órganos, especialmente el hígado.
Ayuda por tanto a un buen funcionamiento hepático, y evita la toxicidad. Resulta útil para el tratamiento del hígado graso y favorece la correcta digestión de los nutrientes. Igualmente interviene en la síntesis de las proteínas y en la producción del colágeno para el mantenimiento de la elastina, favoreciendo la elasticidad de la piel.
El triptófano
El triptófano está ampliamente reconocido por sus efectos tranquilizantes y calmantes del sistema nervioso.
Interviene directamente en la producción de la niacina o vitamina B3, y es necesario por tanto para un correcto equilibrio de nitrógeno.
El L-5 Hidroxitriptófano
El L-5 Hidroxitriptófano es un aminoácido derivado del triptófano que actúa como un precursor de la serotonina, una hormona que regula el estado de ánimo, y que además puede metabolizarse en forma de melatonina, ayudando también a la regulación del sueño
¿Cómo se deben tomar los aminoácidos esenciales?
Se recomienda tomar aminoácidos esenciales unos 30 minutos antes de entrenar, con una dosis de 10 gr. en caso de ser en polvo, diluidos en agua o cualquier otro líquido.
Otra opción recomendada sería después de entrenar, junto a algunas sales minerales, en un batido con 40 gramos de aislado de proteína.
Como se puede observar los aminoácidos esenciales siempre se ingieren alrededor del perientreno. Si tienes 60 años o más, tu cuerpo puede desarrollar una sarcopenia, o pérdida degenerativa de la masa muscular y la fuerza, producida por el envejecimiento, por lo que el consumo de este suplemento debe ser un poco mayor.
Alternativa más eficiente que los aminoácidos esenciales
La formulación de TRI-PROTEIN en 3 fases es una alternativa más eficiente que los aminoácidos esenciales, con un aislado de proteína de suero y un hidrolizado de proteína de suero, que son absorbidos por el organismo en la 1ª fase. El concentrado de proteína de suero y el concentrado de proteína de leche, junto a una mezcla de enzimas digestivas, que se absorben en la 2ª fase y la caseína micelar con el caseinato de calcio, que se absorben en la 3ª y última fase, la convierten en el batido de proteína más eficiente del mercado. Única con 60 días de garantía.
¿Qué es mejor proteínas o aminoácidos esenciales?
Es frecuente que los entusiastas del gimnasio tengan dudas respecto a que le resulta más conveniente para su hipertrofia, si proteína de calidad o aminoácidos esenciales, por lo que nos gustaría aclarar qué es cada uno de ellos, para que tengas una información clara antes de elegir.
Los aminoácidos son unas moléculas que se unen entre ellas mediante unos enlaces denominados peptídicos. Cuando estas cadenas se hacen lo suficientemente grandes y su estructura es estable, se convierten en lo que conocemos como proteína.
Por tanto, básicamente son dos sustancias muy parecidas, y la única diferencia está en la estructura con la que se presentan, que puede ser simple (en forma de aminoácidos) o compleja (en forma de proteínas). No obstante algunos factores como la velocidad de absorción cambian.
Los aminoácidos son absorbidos muy rápidamente una vez entran en el organismo, debido a la simpleza de su estructura, pasando al torrente sanguíneo con mucha más velocidad que las proteínas. Por tanto, como ya habrás podido suponer un suplemento que vas a consumir un poco antes o después de entrenar, o incluso durante el entrenamiento, es más eficiente si son aminoácidos esenciales.
También debes tener en cuanta las posibles molestias digestivas, de las que muchos entusiastas del gimnasio se quejan, especialmente respecto a los batidos de proteína, debido a la complejidad en su composición. Los aminoácidos esenciales, por el contrario, además de absorberse rápidamente, no producen ningún tipo de molestias digestivas que puedan molestar durante el entrenamiento.
Por el contrario si el suplemento lo vas a tomar 1 hora o más después del entrenamiento, mientras descansas, los batidos de proteína son más eficientes, aunque sean más pesados.
Aminoácidos esenciales para la hipertrofia muscular
La capacidad de digerir y absorber los aminoácidos esenciales con la posterior aminoacidemia supera con creces la capacidad del músculo esquelético para utilizar aquellos de los cuales se constituye, con el propósito del anabolismo o la hipertrofia muscular.
Después de una ingesta oral, la digestión de los aminoácidos esenciales se inicia en el estómago mediante la pepsina con la ayuda del ácido clorhídrico, y continúa en el duodeno mediante la secreción de las proteasas pancreáticas y las proteasas de enterocitos. Como consecuencia de ello se liberan péptidos y aminoácidos libres que se absorben casi exclusivamente en el intestino delgado.
El intestino es un órgano que extrae entre el 40% y el 50% de los aminoácidos. El otro 50% se liberan en la vena porta hepática antes de ser metabolizados por el hígado, que utiliza estos aminoácidos para su metabolismo local, pero en lugar de oxidarlos, una parte significativa de ellos los utiliza para la síntesis de proteínas sanguíneas hepáticas y derivadas.
Aunque el músculo esquelético es uno de los mayores depósitos de aminoácidos, no todos los aminoácidos que se liberan al plasma sanguíneo se destinan al tejido muscular esquelético. En un reciente estudio Groen y sus colegas demostraron que sólo 2,2 gr., o si se prefiere, el 11% de los aminoácidos que ingiere un hombre joven (no más de 35 años) se utilizan para la síntesis de proteínas.
Los aminoácidos restantes se catabolizan y sirven como sustratos para muchos procesos metabólicos, que van desde la producción de energía, la síntesis de la urea, y en menor grado en la producción de neurotransmisores.
El aumento que se induce mediante la ingesta de aminoácidos esenciales, proporciona la absorción a través de la membrana muscular. La mayoría de pruebas realizadas corroboran que la ingestión de aminoácidos esenciales induce la expresión génica de varias proteínas que transportan estos aminoácidos hacia el músculo esquelético.
Después de la hiperaminoacidemia, existe un retraso de 30 minutos en la estimulación del MPS antes de que alcance el pico de 2 h. Es necesario resaltar que la activación del MPS inducido por la aminoacidemia es epsisódico, y el MPS vuelve a sus niveles basales después de 2 ó 3 h., a pesar de la hiperaminoacidemia continua.
Este fenómeno, que se ha corroborado en diversos estudios que han empleado tanto la ingesta de aminoácidos esenciales, como de proteína por vía oral, se ha acuñado como efecto de «músculo lleno«, que explica por qué el consumo de aminoácidos esenciales en ausencia de actividad física intensa, no induce la retención de proteínas y por tanto no genera hipertrofia muscular esquelética.
La estimulación del MPS como respuesta a la hiperaminoacidemia se genera mediante los aminoácidos esenciales que conforman la proteína, y entre estos aminoácidos, la leucina es el principal agonista. Si bien es cierto que la leucina sola es capaz de estimular el MPS sin la presencia de otros aminoácidos, es necesario destacar que la síntesis de las proteínas se limita de forma notable ante la carencia de otros aminoácidos esenciales.